Internacional
Por Agencias
Publicado el lunes, 2 de julio del 2018 a las 06:03
Swissinfo | Zúrich.- Los ensayos del coro escolar tendrán que esperar hasta que los arqueólogos concluyan las excavaciones para recuperar los vestigios de varias docenas de esqueletos enterrados bajo una escuela de Zúrich. Se estima que las tumbas datan de la Edad Media.
“Nuestra escuela y la construcción que la alberga tenían una larga historia, ¡pero dicha historia se ha enriquecido!””, dice a swissinfo.ch Christian Grütter, director de la escuela secundaria de KüsnachtEnlace externo (cerca de Zúrich). Agrega que tanto profesores como alumnos se encuentran de lo más entusiasmados con el hallazgo de más de 40 osamentas que se encontraban bajo la sala donde ensaya el coro.
“Como dice uno de los egresados: ‘Es muy especial pensar en todo lo que cantamos y el tiempo que pasamos en este sitio durante tantos años”, recuerda Grütter. De acuerdo con los arqueólogos responsables del proyecto, este cementerio debió estar activo entre los siglos IX y el XI.
La escuela –que se especializa en la enseñanza de música, arte y lenguas– fue construida alrededor de 1830 y desde el año pasado estaba en obras de renovación. Durante el verano de 2017, al comenzar las excavaciones, algunos hallazgos hicieron sospechar a los expertos arqueólogos que la proximidad de la escuela con una iglesia no era casual, y que era posible que se estuvieran desenterrando restos de un antiguo camposanto.
Las excavaciones están arrojando nueva luz sobre la antigüedad real de una iglesia vecina. Y según la información que arrojan las tumbas recién descubiertas, la iglesia dataría de antes de 1188, año que se tenía registrado como referencia, según explica a swissinfo.ch Markus Pfanner, de la Dirección de Obras Públicas de ZúrichEnlace externo. Sin embargo, ni Pfanner ni los arqueólogos pensaron que encontrarían tantos feligreses en excelente estado de conservación.
“Por primera vez, una parte de la población medieval se vuelve tangible. Es digno de mencionarse el estupendo estado de las osamentas, lo que se debe a la composición óptima de la tierra de este sitio”, añade Pfanner. Durante los trabajos se hallaron más de 40 esqueletos de hombres, mujeres y niños.
Cientos de estudiantes y profesores han aprovechado la oportunidad que han tenido de observar de cerca el trabajo arqueológico. Dos alumnos, incluso, se sintieron tan inspirados que decidieron dedicar sus proyectos de investigación preuniversitarios a este tema, pero con dos enfoques distintos. Uno, a las herramientas científicas usadas para la examinación de los huesos; otro, a un documental que da testimonio de los trabajos de excavación arqueológica.
Desde el pasado jueves 28 de junio, los sepulcros excavadosEnlace externo pueden ser visitados por el público en general, lo que les permite conocer a algunos de los moradores fallecidos hace ya varios siglos. Los trabajos arqueológicos seguirán hasta julio. Después, los arqueólogos limpiarán el área y seguirán analizando los esqueletos en otro sitio. Y al final del proceso, la última morada de las osamentas será el Departamento de Antropología de la Universidad de ZúrichEnlace externo.
Varias generaciones de alumnos han asistido a clases de canto sobre este antiguo cementerio.
La posición de las osamentas ofrece información a los arqueólogos sobre los rituales de sepultura de la época.
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